"Ahora Verás Chamacas..." 

19.12.2020

 Proyecto beneficiario del programa "Musicos Tradicionales Mexicanos" del FONCA 2020 bajo la dirección de Ana Alanís

Dentro de la región Churumuco-La Huacana en la Tierra Caliente Michoacana ha tenido lugar una importante tradición de conjuntos de arpa grande, de la que se ocupa este espacio virtual. Esta tradición musical, que entre las nuevas generaciones venía siendo percibida como "una música de viejitos", tuvo una ruptura en su transmisión oral las últimas décadas del siglo XX. Habiendo caído en un estado muy vulnerable, ha sido necesario empujar hacia un proceso de revitalización, que por diversas circunstancias ha sido todo un reto de sostener y en el que al día de hoy intervenimos algunas personas, la mayoría fuereñas, aficionadas a la música y decididas a aprender y compartir el vasto repertorio musical antiguo. Este compromiso por generar procesos comunitarios para que personas originarias de la región se reapropien y participen de manera activa en el contexto de la tradición, encuentra necesario un proceso de intervención de largo plazo y redoblar esfuerzos, de tal manera que se permita consolidar frutos, hasta encontrar un movimiento musical auténtico sostenido por actores locales.

Por otro lado, históricamente se pueden reconocer algunas personalidades significativas, como lo fue Doña Ofelia Ramírez, quien tamboreaba sones "ejecutivos" o atravesados de difícil ejecución. Doña Ofelia se ha convertido en un emblema femenino, por haber participado en las grabaciones más difundidas del antiguo Conjunto Zicuirán. Sin embargo, a la fecha, se tiene conocimiento de otras mujeres participando en el tamboreo y una arpera; contadas y poco visibles aún. Esta situación merece un espacio especial para un estudio focalizado en las mujeres ejecutantes de la instrumentación de los conjuntos de arpa y el repertorio regional, su participación y sus limitaciones en el contexto socio-cultural e histórico que han vivido. 

En mi experiencia como ejecutante de los distintos repertorios de la Tierra Caliente y el estrecho vínculo con músicos de la tradición ha sido un constante desafío y a su vez una grata satisfacción cuando en el ámbito comunitario, mujeres y hombres se sorprenden y se congratulan de escuchar una mujer ejecutante. Sucede que rememoran con buen ánimo y admiración las ocasiones en que han llegado a ver mujeres desempeñarse en la música, aunque también es frecuente escuchar comentarios machistas. Más de alguna mujer se acerca comentando que quiso "enseñarse" a tocar y no le fue permitido o no se animó a dar el paso, comúnmente cuando se trata de alguna hija o familiar directa de algún reconocido músico.

De igual manera, en las distintas experiencias de formación musical en las que he tenido la oportunidad de participar, ha sido evidente que en la medida de encontrar una presencia femenina como docente y en la participación del contexto tradicional, las niñas, mujeres jóvenes y adultas se acercan con más confianza y decisión de vencer estructuras dominantes para tomar un instrumento musical en sus manos y animarse a participar dentro de algún taller o incluso en el contexto de los bailes de tabla, dentro de una sociedad que no sólo limita sino también confronta y señala, o bien orilla a las mujeres a abandonar muy pronto la práctica musical por el cumplimiento con otros roles sociales. Aunque actualmente encontramos dentro de la región más mujeres integradas en los procesos de formación musical que se llevan a cabo, particularmente en este municipio, a la fecha solamente una joven tallerista participa en la ejecución del violín de manera activa y con entusiasmo, con mucho esfuerzo ha sostenido su voluntad de dedicarse a la música en este medio adverso.

Cabe resaltar, que la visibilidad de las mujeres soneras del repertorio de la Tierra Caliente responde primordialmente a mujeres provenientes de contextos urbanos. Además, en relación a otras regiones culturales del país, existe un abismal rezago en cuanto a la participación femenina dentro de los conjuntos musicales de la música tradicional. Es preciso para incentivar y facilitar la participación de más mujeres, contar con referentes de nuestras pares, tener la certeza de que es un universo posible también para nosotras.

Desde mi perspectiva, algunos de los factores que delimitan y determinan la escasa participación femenina, que por lo general se ve relegada al baile tienen que ver con el contexto que de por sí promueve, reproduce y enfatiza el establecimiento de roles de género muy marcados, la lírica que se interpreta en esta región que conserva por tradición, en su mayoría, versos antiguos y algunos re-elaborados en la actualidad, dominados por la presencia y la voz de los hombres y que manifiestan una construcción simbólica desde lo masculino; también, la afinación que se utiliza al entonar la mayoría de los versos, aunque no los jananeos de la primera voz que se caracterizan por ser agudos, se encuentra dentro de un rango vocal evidentemente masculino. En este sentido, resulta importante reconocer el peso de la palabra en la construcción social de sentido, así como la posibilidad de repensar nuestras prácticas dando voz a quien habitualmente ha permanecido en silencio, en consecuencia se propone reformular los discursos desde la lírica y explorar la posibilidad de cantar en tonalidades adecuadas a los registros de las participantes.

Por poner un ejemplo, que da cuenta de la re-significación posible que plantea el presente proyecto desde su título "Ahora verás chamacas...", cito los siguientes versos del son "La Chamaca":

"Ahora lo verás chamaca,

Lo que te va a suceder,

Te voy a dar de varazos

Porque no quieres moler.

¿Qué dices chamaca de lo que te digo?

¿Que dices, siempre te vas conmigo?

¿Que dices chamaca de lo que te digo?

No me dejes pensativo."

La vital necesidad de hacer una socialización del contexto de las mujeres en la tradición, así como de generar espacios inclusivos, respetuosos y seguros es el motor de este proyecto. 

Desde esta perspectiva, el proyecto se plantea los siguientes objetivos:

  • Impulsar y fortalecer la participación femenina en la ejecución musical dentro de la tradición local del municipio de La Huacana. 
  • Abordar, adaptar y resignificar la lírica, la práctica instrumental y vocal desde una perspectiva de género. 
  • Generar espacios de socialización en torno a la tradición promoviendo las relaciones horizontales sin distinción de género. 
  • Promover el oficio musical como un oficio digno para las mujeres. 
  • Reconocer desde su voz a las mujeres como agentes de transformación social. 

Con esta visión inicio el proyecto; poco a poco iré compartiendo las reflexiones, los logros y los retos, en fin, las vicisitudes, anhelos y sueños que surgen en el día a día de esta experiencia.

Zicuirán, Mpio. La Huacana, Mich. 

Ana Alanís